lunes, 10 de marzo de 2008

La historia perdida


Las grandes cadenas de televisión parecen haber encontrado un nuevo formato para sumar audiencia, auspiciantes y fundamentalemente unos cuantos ceros más en sus ganancias. ¿La fórmula? Fácil: series interminables con historias-chicle y un número de capítulos que variarán de acuerdo a lo caliente que mantengan la pantalla. Así es como se multiplican series de todo tipo y para todos los públicos (en realidad siempre es el mismo). A pesar de no conocer los números, no sería muy arriesgado decir que Lost es la serie que picó en punta y según los especialistas se ha “convertido en un fenómeno de audiencia”(¿?).
Lo primero que tengo que decir es que es una excelente serie. Una gran historia con locaciones espectaculares y un suspenso que se mantiene a fuerza de cruces (a veces muy forzados) entre los personajes y una isla que tiene más interrogantes que palmeras. Stephen King, que algo de historias de suspenso sabe, escribió hace ya bastante un artículo en el que exigía “…Nota a Abrams y su equipo de guionistas: su responsabilidad incluye saber en qué momento escribir la palabra FIN”. Y seguía, “…lo duro va a ser decirle a ABC que Lost va a concluir en determinado punto, y que no importa si el público sigue loco por el programa. Pero por favor, muchachos, no maten a esta dulce vaca a palos, con años y años de relleno. Terminen el programa como quieran, pero cuando llegue el momento del cierre, cierren”.
Creo que esa batalla está perdida, que la historia debió pagar las consecuencias del éxito y sufrió daños irreversibles. Con la “dulce vaca” se habrán dado una flor de panzada y cuando habían pelado los huesos anunciaron que la serie culminará en la sexta temporada. Eso significa 48 (16 x 3) capítulos más. Si usted, querido lector virtual, cometió el imperdonable delito televisivo de no ver ningún capítulo de la serie y alguien se la recomienda, éstas son algunos puntos que deberá tener en cuenta:

1) Si te enganchás con la serie siempre va a haber alguien que haya visto más capítulos que vos y te va a contar lo que viene o tirarte justo ese dato que vos no querías escuchar. El famoso síndrome “Sexto sentido”. Y te aseguro que te vas a sentir violado y te vas a dar cuenta lo fácil que pueden llenar de angustia tu existencia.
2) Así como la serie fue un éxito y le agregaron tres temporadas, si los números
empiezan a decaer se puede venir un final abrupto y/o ridículo. Las palmeras pueden convertirse en robots y asesinar a todos, puede haber un tsunami que arrase la isla y demás. Y ahí quiero ver qué hacés con tu fanatismo.
3) Todavía estoy esperando la explicación de los seis números malditos que parecen ser la clave de todos los misterios de la humanidad. Yo entiendo que haya que mantener el suspenso pero si durante los primeros capítulos me planteás un interrogante tan importante para la historia no me podés estar debiendo la respuesta después de 78 capítulos. Necesito saber si me pasará algo si juego los números en la ruleta y gano una fortuna.
4) Las mujeres están bárbaras, unos bombones y los flacos son casi todos facheros. Están en una isla desierta pero de sexo poco y nada. ¡Sólo algunos besos y un par de escenas hot!!
5) Hurley es el típico gordo buenazo-sufrido-perdedor-marginado y por supuesto que desestimado por el sexo opuesto. Pega onda con una linda mina (Libby) y cuando se le está por dar una vez en su vida. ¡Pum!! No sólo la matan, sino que revelan su pasado en el neuropsiquiátrico. Mensaje para Hurley: “la única mina que te dio bola estaba mal de bocho”. ¿Hacía falta tanta crueldad???
6) Sayid es un irakí que estuvo en la milicia. Llego a la isla buscando desesperadamente al amor de su vida. Es un tipo noble y muy útil para la supervivencia del grupo pero es un torturador. Claro, si era irakí no podía ser panadero o psicólogo, tenía que ser torturador. Se gana a una rubia divina de Beverly Hills que en otra circunstancia no le hubiera dado bola (ojo, igual era medio rapidona). Comienza el romance pero… ¡Pum! También la matan. Se ve que los guionistas son gente resentida y no les gustan las parejas felices. Otro acto de crueldad imperdonable.
7) La serie arranca con un accidente aéreo en el que sobreviven alrededor de ¡60! personas que caen en una terrible isla perdida en algún punto del Pacífico Sur (nunca en un descampado de Florencio Varela). Permisiones del género.
8) Si sos muy ansioso y no podés tolerar 72 capítulos, o sea, 2880 minutos para llegar a la cuarta temporada seguí este derrotero. Mirá los pimeros doce, obvía la segunda y de ahí andate a la tercera. Te ves los primeros y últimos cuatro y ya estás listo para arrancar con la nueva temporada.
9) Si decidís empezar a mirar la serie o continuarla, lo mejor que podes hacer es olvidarte de los ocho puntos anteriores y preguntarte porqué perdiste cinco minutos leyendo este posteo que escribió alguien por el sólo hecho de llevarle la contra a sus amigos fanáticos de Lost. Es lo más saludable.
10) No quiero, basta de decálogos y números redondos!!!