martes, 15 de enero de 2008

Morro mágico


Vuelta del Morro, lugar mágico. Trataré de no caer en los lugares comunes de los blogs de viaje. No voy a hablar de precios, ni de excursiones ni de comodidades de los hospedajes ni a recomendar ningún lugar específico para comer ni daré ningún tip (¡qué mal me cae esa palabra!) acerca del Morro. Un amigo sostiene la teoría que la manera de vivir de los brasileños está determinada por las características geográficas de su país, de sus ciudades, de sus playas. Quizás esto dé para una análisis sociológico más profundo que estamos incapacitados de hacer, pero seguramente hay mucho de esto, aunque claro está, la teoría puede ser aplicada en el mundo entero.
El Morro fue un viaje que me agarró por sorpresa porque me sumé a último momento y siguió sorprendiendome allá. Por el lugar, por cómo la pasamos, por las personas que conocimos y por haber descubierto cosas nuevas en las personas con las que viajé (en otros posteos hablaré de ellas). Justamente ésa es una de las condiciones que lo hacen mágico: la capacidad de sorpresa permanente tanto a nivel geográfico (playas, rincones, recovecos, miradores, fiestas locas en lugares locos) como de experiencias vividas.
El Morro fue mucho más que esas playas interminables rodeadas de esa vegetación exuberante que posee la costa brasileña.Es mágico porque el tiempo no pasa. Estás inmerso como en un universo paralelo en dónde el tiempo se mide de otra manera. Estábamos en los primeros días de enero y temíamos regresar a la Argentina y que ya estemos en Marzo. Muchos podrán pensar “el tiempo no pasa porque estaban al dope tomando caipirinha en la playa”, por supuesto que algo de eso hay pero en el Morro todo se mueve y sucede leeeeento. Y está muy bueno que así sea. Es mágico porque te activa física y mentalmente, cuando entrás en su sintonía es difícil salir.
Decía que el Morro fue mucho más porque creo que lo que nos queda de los viajes más allá de todo, son esas situaciones cotidianas, personajes, apodos, esos códigos que se generaron en el día a día y que estarán siempre ahí para permitirnos reconstruir y recuperar este viaje que de alguna u otra manera nos marcó a todos. Juancho: tenías razón.
Nico, Gallego o Flanders: A vos te tengo que agradecer especialmente porque fuiste el que me invitaste (junto con Sucho) y el que me insistió para que vaya. Tengo que seguir los agradecimientos pero dije que iba a hablar más delante de los personajes con los que compartí el viaje…Seguramente seguiré escribiendo acerca del Morro, como primera entrega hasta acá está bien. Habrá que discernir entre material publicable y no publicable. Me costó elegir una foto, elegí la más clásica, la vista que teníamos desde nuestro lugar en la playa. Además todavía no me habilitaron los derechos de imagen los otros pasajeros así que prefería evitar futuras disputas legales. Tendré que pedir las respectivas autorizaciones.